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Como las semillas del cilantro son dicotiledóneas, esto significa que obtendrás dos plantas por casa semilla que siembres.
Tenlo en cuenta a la hora de preparar almácigos.
Elige siempre semillas ecológicas u orgánicas (que tengan la certificación).
El coriandro es una planta que, aunque puede tolerar climas cálidos, crece mejor en climas templados, por lo que, las plantas serán más frondosas con estas condiciones.
Esta planta requerirá de suelos profundos, que tengan buen capacidad de drenaje, que sean permeables, ligeros, que mantengan cierta frescura y calizos.
No obstante, es poco exigente en cuanto al sustrato y puede crecer en suelos calcáreos, arcillosos, ácidos y francos.
Ubica tus plantas de cilantro en una zona en la que puedan recibir luz, ya que, les gusta estar a pleno sol.
Protege las plantas de condiciones externas potencialmente dañinas como son el viento o las lluvias excesivas y continuas.
Evita regarlas en exceso, modera los riegos en cuanto a la cantidad de agua que echas a las plantas y a la periodicidad con las que las riegas.
Los encharcamientos de agua no son beneficiosos y pueden provocar varios daños en las plantas de cilantro, desde la aparición de hongos hasta la asfixia radicular y muerte de la planta.