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Salvia

Es una de las plantas más utilizadas por todas las culturas debido a sus propiedades medicinales, cosméticas y decorativas.
La salvia, de la que existen más de 900 especies entre arbustos, plantas anuales y herbáceas perennes, extiende sus poblaciones por la Europa mediterránea, Asia Central y Oriental y América Central y Sur.
¿Qué debes saber sobre la salvia? Se trata de una planta perenne pero no de larga duración, ya que se suele agotar a los cinco años de plantarla y es conveniente renovar plantación.
Es muy rústica, por lo que soporta temperaturas más bien duras y heladas hasta los 7 grados bajo cero.
La salvia vive mejor en suelos más bien pobres, arenosos y calcáreos, que tengan buen drenaje y no se apelmacen.
Existen variedades de salvia que florecen tanto en primavera (de abril a junio) como en otoño (de septiembre a diciembre), así que, si las mezclas, puedes tener salvia fresca a mano todo el año.
Al ser una planta de porte y características rústicas, es sencilla de cultivar y propagar, por lo que podremos obtener nuestras salvias tanto desde semillas como a partir de hijos de la propia planta madre.
Si decides plantarla a partir de semillas, has de saber que tardará bastante en crecer, como suele ocurrir con las plantas perennes.
Al igual que en el caso de las lavandas, las salvias necesitan espacio para crecer entre unas y otras plantas, de modo que el aire pueda circular correctamente.
Puedes plantar salvia en el suelo, en parterres o en macetas.
Simplemente ten en cuenta que, si vas a plantarla en un recipiente limitado, debe ser bastante más grande que el diámetro de la planta, para que ésta pueda desarrollar correctamente su estructura radicular.